En el campamento base de la jornada de descanso situado en el Jabel el Mraïer fue un día plácido. Entre largas siestas, curas, charlas interminables sobre los temas más inverosímiles y dar el último aliento a los corredores que aún se encontraban en carrera. “Fue muy emotivo y allí estuvimos para ver darle aliento al dorsal 473, un inglés que fue el último en cruzar la línea de meta de la etapa 4 que ha sido y será la más larga con más de 86 kms”. Mahmut Hilmi fue éste corredor e invirtió 35 horas en completar el recorrido, la imagen de su entrada en meta es una muestra del desgaste que sufren los corredores, literalmente “cambado”.

Los número ahí estaban, ambos se habían alzado tras 4 etapas y más de 200 kms en el top 120, e incluso Gonzalo rondando el top 50. “Aquí no acaba la carrera, la gente lo suele pasar muy mal en la etapa 5, o bien por la resaca de la etapa anterior y no haber recuperado o por las secuelas en los pies” era algo que comentaba Ruyman desde la experiencia de haber vivido otra edición anterior (2016) y que muchos reconocían, la etapa clave era la 5.

El día de descanso no da para mucho más, eso si, el gran momento del día es cuando en los corredores reciben los mensajes de sus familias, amigos y simplemente de desconocidos que quieren mandar ánimos a algún participante. Según datos de la organización, se superó el número de 22.000 mensajes a corredores, espectacular. En la comunicación que hemos tenido hoy con Ruyman y Gonzalo han querido mandar un mensaje “Gracias y gracias por todos los mensajes recibidos”.

El viento no deja de soplar sobre la jaima, parece que la etapa 5 va a ser movidita, la noche “no podemos decir que haya sido plácida, otra vez muchísimo viento, tenemos algo de nervios, es la última etapa, vamos a dar todo lo que llevamos, no hay excusas, no hay quizás mañana”.

Por suerte, esta etapa da comienzo antes que las anteriores, a las 07:00. No hay madrugón para la jaima del Forward Team pues aún es de noche cuando se empiezan a cruzar miradas de ojos abiertos y se abre alguna conversación. A las 06.00 de la mañana es un coloquio general, todos están despiertos y preparándose para afrontar un nuevo día en el hostil desierto marroquí.

Cuenta atrás y salida. Por delante 42,20 kms y un tiempo máximo de 12h. Salida rápida, la etapa parece que va a ser muy corrible, aunque de las pisadas de muchos corredores se denotan heridas en las plantas de los pies, calambres desde los primeros kilómetros y un agotamiento físico y mental importante. Lo tenían claro esta vez, cada uno a lo que pudiera dar y así fue, después de compartir algunos kilómetros al comienzo, Gonzalo aprieta y tira fuerte, Ruyman no quiere ser menos pero no puede correr por las dunas, le duelen los dedos por el golpe de la segunda etapa. Desde Gran Canaria, familia y amigos no ocultan su inquietud, la web de posicionamiento de los corredores no funciona correctamente. La única referencia hasta pasado el medio día era el paso por los check points que serían 3.

Desde el comienzo nos acompañó una tormenta de arena, lo único positivo fue que la temperatura no fue tan alta como otros días, incluso llovió un poquito por la mañana”, comentaba Ruyman. Casi sin darse cuenta pasan por uno y otro punto de control y “de repente nos encontramos en una mina, espectacular el paso por ahí, muchos se paraban a admirar el paisaje, verdaderamente de lo mejor” coincidían ambos.

La meta era una fiesta, se esperaba a los corredores en ambiente de gala y tocaba ponerse la medalla previo paso por la cámara de llegada y rituales de cada uno. Gonzalo cruzó la metas situada en Merdani en 4h28m35s en posición 55 (50 de la general, 8º español). Por su parte Ruyman llegó unos minutos después para sumar 4h44m31s, posición 92 en la etapa y 106 de la general (14º español). Esta vez el protocolo de entrada del Forward Team fue diferente, Ruyman tiró de espontaneidad, puño arriba, gesto de rabia y mordiendo el “buff” de Forward. Gonzalo había preparado algo más emotivo, esta se centro en agradecer a su mujer Agar la oportunidad de participar en esta aventura que se llama Marathon des Sables 2018; con un papel sucio y un bolígrafo había escrito en la mañana un mensaje que al entrar a meta enseño y decía “Gracias Agar, sin ti esto no es posible”. “Pelos de punta y lágrimas de emoción, son muy grandes los dos”, decía Agar después de ver la entrada en meta de los titanes.

Han sido jornadas de penurias, de calor, de incomodidades y de dolor y de hambre por lo que personalmente no podía dejar pasar la oportunidad de hacerles una pregunta, la última… ¿qué comida es la primera que se les viene a la cabeza?, creo que ya lo habían pensado pues la respuesta fue al unísono… “Churrasco, Churrascoooo”.

En la general no hubo sorpresas y se mantuvieron los hermanos El Morabity con Rachid en primer lugar y ganando así su primer Marathon des Sables. El podio lo completa el francés Robert Merile que desbancó al El Mouaziz en la etapa reina. En mujeres la victoria final fue para la francesa Magdalena Boulet.

Para mañana etapa solidaria no competitiva, en torno a 7 kilómetros de disfrute y que seguiremos contando.

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