La etapa de hoy ha sido la de la vuelta a la normalidad, hemos recuperado el ritmo del principio y podemos decir que tenemos un ritmo estable para el resto de la competición, si todos continúan con un flujo gastroinstestinal estable… y las lesiones o caídas no aparecen, de eso hablaremos hoy.

El día comenzaba otra vez muy temprano, a las 5:30 todo el mundo en pie. Durante la preparación se nota un mejor ambiente, parece que las máquinas vuelven a estar engrasadas correctamente y ningún cilindro tiene pérdidas, el rugir matutino de los motores “Made in Forward” pronostica una buena carrera. Kike continúa con algunas precauciones alimenticias y Ruymán sigue preocupándose de no pasar hambre, así pues, desayuno y al arco de salida.

El tramo de hoy era, a priori, un “hueso” de la competición, muchos kilómetros, muchas subidas y a una altitud importante. La estrategia que se planificó la noche anterior tenía como piedra angular la salida. Era muy importante quitarse gente de delante. La etapa anterior nos había dejado en el último cajón de partida y eso nos colocaba a la cola de toda la carrera. Al menos en los primeros 4 kilómetros debíamos apretar los dientes y empujar lo máximo posible. Era en esos primeros ataques o nunca. Si no, nos íbamos a “comer” las interminables colas subiendo los senderos y además teníamos a gente mucho más lenta que nosotros delante por el resultado de ayer.

La suerte estuvo de nuestro lado y el plan salió a la perfección. Ya solo en el primer punto de control habíamos rebajado cerca de dos horas al tiempo de corte, excelente trabajo. Ahora quedaba volver a la velocidad de crucero y ser conservadores, no olviden que esta es la cuarta etapa, quedan otras cuatro. El resto del tramo fue más de lo mismo, asustar a los asistentes en los avituallamientos, comerse hasta los envases y no dejar títere con cabeza. Mucha concentración y a la meta.

En este ecuador de la carrera nos gustaría sacar a la luz una parte de la competición que no se ve pero que es VITAL para concluir con éxito ocho días seguidos de etapas de montaña. Como ya os imagináis, correr por piedras, barro, agua y demás terrenos inestables no es fácil. Las caídas están a la orden del día. Una infinidad de corredores ya se han retirado por lesiones o caídas. Todos los días se retiran muchas parejas.

Las caídas son inevitables pero por ahora hemos librado muchos resbalones y tropezones sin terminar comiendo hierba. Las lesiones son evitables o al menos se pueden mitigar o incluso evitar con una buena recuperación después de cada etapa. Por lo pronto, a la llegada a meta, nuestro equipo técnico le tiene preparado a cada uno un buen batido recuperador con un ingrediente especial de la tierra, el gofio. Aunque a veces, el espesor del batido parece más un “valde cemento” para tapar zanjas. Pero cumplen su misión, recuperar esos nutrientes que el cuerpo ha perdido en esa etapa.

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Después de lavarse las piernas como se puede, es el momento de visitar a las rudas masajistas tirolesas. Primero hay que pasar por el ordenador del “espabilado cabañas” de la organización, el chico de los masajes. Todavía no sabe quién tiene masaje, quién no o cuando le toca al siguiente… Por cierto, este mismo chico le ha querido cobrar todos y cada uno de los días el masaje a Ruymán y, con la paciencia que le caracteriza al “mister”, le repite todos los días que los masajes ya están pagados desde hace meses. Pero bueno, con nuestro alemán fluido y media hora cada día, nos deja pasar y podemos entrar a la sala. El encuentro con una mujer de ese calibre puede parecer placentero a simple vista, sin embargo, son de las que aprietan la musculatura como si no hubiese mañana. No cabe duda que hacen un buen trabajo y que nos deja las piernas como recién compradas. Se dice que una vez se vio sonreír a una…

Mañana toca una etapa especial, subida a tope y rápida, corta pero intensa:

«UPHILL TIME TRIAL» Samnaun (Suiza)

Distancia: 6,23 Km

Desnivel positivo: 731 m

Desnivel negativo: 60 m

 

Aquí les dejamos con la galería de hoy, no se pierdan la foto que ilustra el atraco diario del «mister» a los avituallamientos

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